domingo, 4 de noviembre de 2007

Sin novedad en el frente



La maravillosa y cruda obra de Erich Maria Remarque llamada “Sin novedad en el frente” (Im Westen nich Neues) es un documento que no debe pasar desapercibido por todo aquél que esté interesado en la historia universal y sobre todo en el evento de la Primera Guerra mundial y sus consecuencias en la mente y conciencia de una Europa que durante casi medio siglo luchó por lograr sacudirse el polvo de sus costumbres, tradiciones y vida que estaban estancadas dando la impresión de que nunca saldrían de ese atraso y ese pasado glorioso pero cada vez más cascado.
En la novela de Remarque el pensamiento juvenil y romántico de la guerra convence a toda una generación que se lanza de manera inexperta e irreflexiva a una aventura tan absurda y mortal como ya antes lo habían intentado en la llamada Cruzada. La realidad es otra para el soldado en el frente de guerra; las trincheras llenas de ratas y cadáveres, la locura desesperante, las heridas, sangre y muerte son la constante cada día, cada momento y cada segundo.
La capacidad descriptiva del autor y el realismo de las escenas hacen que el lector en cierto momento crea estar viendo y sintiendo las anécdotas bélicas de manera personal creando no solamente una sensación de observador lejano sino de partícipe, enemigo, aliado pero nunca alguien ajeno a las actividades tan detalladas del soldado en el frente de guerra.
La Primera Guerra mundial fue una de las últimas guerras en las que la infantería fue el punto clave para el avance, tal vez durante la Segunda guerra el soldado tuvo su importancia pero el uso cada vez más común de las máquinas hizo que la guerra perdiera ese romanticismo de la lucha cuerpo a cuerpo que hasta ese momento en la historia había sido la constante en cualquier conflicto bélico.
La guerra de trincheras era algo realmente cruento, la infantería debía avanzar hasta el frente enemigo y avanzar otra vez hasta lograr tomar en su totalidad la ciudad o pueblo que se tenía como objetivo. En los avances e intentos de tomar la trinchera enemiga las pérdidas humanas eran espectaculares.
La obra de Sin novedad en el frente muestra cómo era ese tipo de guerra, como eran los eventos heroicos, cómo el sufrimiento del soldado raso y cuál el conflicto interno de los capitanes y generales de batallas que parecían perdidas. Desde el punto de vista del soldado alemán, Remarque nos cuenta cómo pensaba y cambiaba de opinión todo soldado alemán que con todo su corazón y convencimiento había elegido entrar a formar parte de esa conquista del mundo occidental creyendo encontrar la gloria para saber que solamente encontraría la muerte y la desilusión.
Es una obra pesimista, por que no hay eventos que puedan considerarse heroicos; es una obra cruda por que nos describe desde la muerte silenciosa hasta la destrucción total de un cuerpo humano o de animales; es realista por que es el punto de vista de un soldado que vivió y convivió con otros que creían en el sueño de supremacía alemana; es magistral por que en todas las obras bélicas siempre hay un punto de partida y ésta obra es el punto de partida para otros libros sobre el tema antibelicista que en los años 70 y 80 se quería mostrar como novedoso. No, el anti belicismo comenzó mucho antes, cuando todavía el romántico creía que la guerra era el fin último del ser humano y no el fin de la humanidad.
Recomendable para todos. Es una obra básica para entender la guerra como evento político y social. Recomendable para los que deseen saber más sobre la Primera guerra mundial , para los que deseen saber sobre la guerra de trincheras y la crueldad del ser humano cuando enloquece en conflictos bélicos y recomendable para todos los que aprecien los libros denominados Realistas.




Y como casi toda obra maestra de la literatura “sin novedad en el frente” tuvo sus versiones cinematográficas. Una de 1930 del director Lewis Milestone que refleja de forma correcta la época y tipo de personajes con toques geniales de escenas como aquella secuencia de las botas o la maravillosa escena final que no está descrita en la novela de Remarque. Bastante recomendable por que con apenas unas cuantas escenas logra el efecto de desesperación bélica. El mensaje está demasiado enfatizado y creo que hasta un mucho exagerado pero ahí es cuestión del director no del autor del original.
La segunda versión de 1979 está dirigida por Delbert Mann, una versión más apegada al original y con un poco más de producción, afortunadamente sin tanto énfasis en la moraleja y más en los personajes.
Ambas son recomendables, aunque yo diría que por escenas memorables recomendaría la de 1930 ya que la poesía del cine mudo todavía está presente en ésta cinta.
Recomiendo las dos películas como ejemplo maravilloso del cine de guerra antes de El soldado Ryan..cuyo mayor mérito son los primeros 20 minutos lo demás es la misma basura gringa que nos dan cada día..luego comentaré otras películas bélicas recomendables, pero por el momento lean la novela por que es básica en todo buen lector y vean las dos versiones de Sin novedad en el Frente, tal vez se sientan deprimidos después de leer o ver las películas pero uno de mis objetivos en la vida es hacer que se sientan deprimidos para que se conozcan realmente.
Para aquellos que quieren algo más que Combate o Comando y quieren conocer verdaderamente el cine y literatura bélicos.

IRAM de la Rochefoucault

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