Quién no conozca a Gustav Mahler que no diga que conoce de música, por que si no se ha escuchado a éste autor austriaco nacido en 1860 y muerto en 1911 no se puede decir que se comprende hacia dónde querían llegar los clásicos autores de la llamada “música clásica”.
Hay que oír esas variaciones, esos fragmentos separados que forman una “Escultura sinfónica” de dimensiones divinas y heroicas.
Sí han escuchado a Mozart, van por buen camino pero no se queden ahí por que pueden creer que el mundo es rosa; si han oído a Beethoven ya están acercándose al idioma de los dioses; si escucharon a Wagner ya saben de qué se trata la música y si escuchan a Mahler definitivamente están en el Paraíso o el Valhala.
Hoy recomiendo para aquellos que no conozcan la obra de Mahler la primera de sus sinfonías la llamada Titán presentada por primera vez en 1860 y que hace referencia a un poema del escritor Paul Richter.
Ésta primera obra es de fácil comprensión y muy rítmica, es muy sencilla aparentemente en su estructura y repite un tema principal casi desde el principio hasta el final con sus variaciones cadenciosas. Nos remite el espíritu Romántico de ese S XIX y nos recuerda como no queriendo la sinfonía Pastoral de Beethoven; y no dudo que Mahler se haya basado un poco en ella, lo cual no es razón para calificarlo de plagio o de poco imaginativo, hay que recordar que Mahler se inspiraba en Todos los sonidos que le rodeaban para crear su música.
El CD tiene una duración de 79 minutos (los cuales se van volando) está grabado para la colección “Los 100 clásicos” de la Deutsche Grammophon, volumen 49, año 1982 y 1988; la dirección corre a cargo ni más ni menos que por Claudio Abbado y la orquesta es la Chicago Symphony Orchestra. Incluye el Adagio de la Sinfonía no.10 del mismo Mahler.
Una delicia, una experiencia, un toque de Dios en la tierra..Escúchenlo y verán a lo que me refiero.
IRAM de la Rochefoucault
No hay comentarios:
Publicar un comentario