martes, 6 de enero de 2009

EL ARCA RUSA



¿Qué se ha dicho de la historia de la gran Rusia en el cine? Mucho, aunque realmente mucha gente no conoce más que la historia rusa desde la época del nacimiento del comunismo, y eso es algo realmente triste ya que la historia de la Rusia es extensa y generosamente fascinante.

Por supuesto, éste filme no es precisamente un documental sobre la historia de Rusia, pero si ponemos atención toda la película nos habla de la creación de los primeros pueblos hasta los grandes reinos zaristas y el trágico final de ese mundo mágico y mucho más atractivo que el mundo socialista en el que se convirtió.

El Museo Ermitage es la excusa para ver a través de los ojos de una cámara y con la guía de un fantasmal aristócrata francés decimonónico el esplendor y caída de un gran imperio lleno de fantasía y excesos. A modo de documental la cámara y el guía nos llevarán a conocer el museo y a sus fantasmales habitantes de forma íntegra mientras nos cuentan algunos detalles sobre la historia de Rusia. Todo lo veremos, todo lo conoceremos y nada nos será ocultado. La Rusia de Catalina la Grande, los zares..todo y curiosamente, nadie de los participantes de la película lo sabrá por que invadiremos su mundo con nuestros ojos actuales y contemporáneos que son los ojos de la cámara que sigue ésta historia y al guía que no dejará de hablar y explicar.

Los escenarios y vestuario son verdaderamente dignos de emperadores y aristócratas, hay escenas que nos sorprenderán por lo magnífico de su recreación y por la cantidad de trajes y adornos que nos deslumbrarán.

La dirección va de parte de Alexander Sokurov, el guión de Anatoli Nikiforov y el mismo Sokurov, la fotografía de Tilman Büttner, la música de Sergei Yevtushenko; la actuación de Sergei Dreiden y otros más; año 2002, origen Rusia-Alemania.

Es una película verdaderamente exquisita, un film que debe ser visto por cinéfilos y adoradores de la belleza y lo magnífico. Un documental actuado, un documento de cine, una genialidad.


Magnífica.


IRAM de la Rochefoucault

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