domingo, 1 de marzo de 2009

TRISTE DOMINGO



Ricardo Garibay es en sí un autor que merece ser mencionado por muchas razones, una de ellas es el evidente y pasmante dominio del idioma español y una forma genial de usarlo. Realmente leer a Garibay es un placer para todo buen lector, y un magnífico ejemplo de cómo se escribe lo que oímos y vemos todos los días. Es el escritor del lenguaje español en México; para leerlo hay que saber que todo, absolutamente todo, los barbarismos, muletillas y otros defectos idiomáticos estarán presentes a lo largo de la obra.

Este libro con el atractivo nombre de “Triste domingo” nos cuenta una historia de amor en la que participan tres personajes, dos hombres y una mujer; uno de ellos es un hombre rico, demasiado rico, influyente, culto y maduro; el otro es un joven estudiante, pobre, no muy culto y con gustos muy sencillos. Ambos se enamoran de una mujer joven, ambos hacen lo posible por tenerla a su lado, pero ella en su mundo interior desea a ambos, a uno por lo que ofrece como hombre maduro, experto y rico, y al otro por el simple gusto de estar con alguien de su edad, con alguien con quien puede sentirse tan simple como cree que es.

Es una historia sencilla, simple; una historia romántica contemporánea, con todo lo que ello implica…: desesperación, ilusión, giros inesperados y muchos detalles. Es un libro extraño; viniendo de Garibay, resulta bastante raro; es un libro que agradará a jóvenes y viejos, a hombres y sobre todo a mujeres, es una obra que habla sobre esos obstáculos y encrucijadas que muchas féminas se construyen por placer o por crear su propia historia o telenovela. Y es extraño, insisto, que Garibay haya creado una obra así, dedicada a las mujeres; siendo él tan misógino y misántropo…en fin, ser tan neurótico, presuntuoso y pedante no le quita lo genial que era en la palabra hablada y escrita.

Un libro que no deben perderse, un libro que les hará sentirse miserables y deprimidos, un libro que hará que les lleguen recuerdos o que creen anécdotas que sólo en la imaginación de cada uno de ustedes existen.

Buen libro, excelente autor…buena historia para esas tardes de domingo, tan llenas de nostalgia y tristeza.

Triste domingo, de Ricardo Garibay, editorial Joaquín Mortiz, SA de CV, año 1991, una novela que se disfruta y se sufre; de esas que se quedan durante mucho tiempo y que nos hacen sentir que nuestra vida es una novela….Ojalá que todas nuestras novelas personales fueran escritas por escritores como Garibay.

Amantes de Ricardo Garibay, y amantes del buen escribir, aquí tienen esta obra.


IRAM de la Rochefoucault

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