Hay películas con grandes producciones y grandes cantidades
de dinero que logran a veces colocarse entre las películas legendarias y a
veces en el total olvido. Algunas películas no necesitan de gran producción,
basta con una historia que contar y un grupo de personas que gusten de hacer
cine.
Dos soldados suecos, durante los eventos de la segunda
guerra mundial se pierden y son apresados por los ocupantes nazis en la
frontera de Suecia y Noruega; esto provoca que el hermano de uno de ellos, un
oficial sueco haga lo posible por salvarlo pero sabiendo que su acción podría
desatar una declaración de guerra de parte de los alemanes contra Suecia que
hasta ese momento se mantenía neutral. Así, en misión secreta este oficial sale
en búsqueda de su hermano sólo con un puñado de compañeros que deberán
enfrentarse a esos pequeños grupos de soldados alemanes que cuidan la línea
fronteriza sin hacer el menor escándalo o hacer la situación más grande de lo
que podría ser. La misión es simple, rescatar a esos dos hombres que fueron
capturados y hacer el menor ruido posible con el evento, y todo esto en un
ambiente y escenario invernal, terriblemente frío, un paisaje nevado, blanco,
abandonado y silencioso, un lugar donde la vida parece apenas estar presente y
el peligro de verse sorprendido de repente por soldados del bando contrario.
Es una película con producción muy pobre, pero con una
historia muy bien llevada, que parecería muy predecible, por lo simple de la
situación, pero el trabajo del director lleva tan bien esta historia que logra
darnos una historia que de principio a fin nos será muy grata, entretenida e
interesante. Con apenas unos cuantos actores y un grupo pequeño de extras y un
escenario que parece interminable esta película nos sabrá tener pendientes de
la pantalla durante casi dos horas y como siempre, esas películas europeas con
su mensaje pesimista y su modo tan peculiar de ver el heroísmo. Sí, si llegaron
a pensarlo se trata de algo así como “Salvando al Soldado Ryan” sin tanta
espectacularidad, sin tanta producción, ni actores conocidos y en un escenario
mucho más hostil y misterioso para muchos.
Buen filme, buena dirección de escena, título Gränsen;
director Richar Hola, actores:
André Sjöberg, Antti Reini, Björn Sundquist, Johan Hedenberg, entre otros;
historia de André Sjöberg, Johnny Oteen; año de realización 2011, país de
origen Suecia.
Una buena película para “pasar el rato”, pero de manera
interesante y sin la sensación de haber visto algo que no valía la pena de ver.
Buen experimento europeo de hacer cine de simple entretenimiento sin
pretensiones.
Para todo público.
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