Una película sencilla,
entretenida y de bajo presupuesto, pero eso sí, con una buena historia llena de
acción y todo aquello que busquen aquellos que creen que el cine es sólo muerte
y sangre. Aquí se trata de eso, precisamente, pero bien justificado y sin
exageraciones y lo que es mejor, basado en hechos reales, al menos por los
personajes que aparecen por ahí y las situaciones.
Imaginemos; en el S XIII,
Inglaterra, el rey Juan Sin Tierra desea aliarse a mercenarios extranjeros para
hacer de su nación un estado de terror e injusticias; mas varios grupos están
contra él y sus ideas de gobierno; entre esos grupos surge un pequeño grupo de
caballeros templarios que intentarán hacer caer los planes de este desorientado
y cruel rey que desea abarcar todos los reinos bajo su mano dura y nada
piadosa. Así pues, un pequeño ejército apenas armado defiende el Castillo
Rochester de los ataques del iracundo rey a quien se le vuelve una obsesión
castigar a ese líder, ese guerrero templario que frustra todos sus planes de
conquista.
Es una historia que se puede
contar apenas en unos minutos, pero el director nos lleva de manera sencilla a
una serie de eventos que harán que la historia llegue a escenas casi
Shakesperianas y eso sí; llenas de acción, por si se habían preguntado si era
sólo una historia de esas donde todo parece una sencilla obra de teatro y no
una puesta en escena cinematográfica.
Templario título original :
Ironclad; dirigida por Jonathan English; protagonizada por: James Purefoy, Brian Cox, Kate Mara, Paul Gamatti,
entre otros; país de orígen: Inglaterra, año: 2011.
Una buena y adecuada opción para
aquellos que gustan del cine de acción, pero con toques de drama real y de
interés más allá del maniqueísmo.
Buen título, entretenida y bien contada
historia, con apenas una producción corta, pero con una historia y una
dirección bien aprovechada.
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