lunes, 2 de agosto de 2010

EL MUNDO COMO VOLUNTAD Y REPRESENTACIÓN




La obra de Schopenhauer evidentemente es de una totalidad y complejidad filosófica completa y concreta. Es un pensador que debe ser obligatoriamente leído por todo aquél que guste del pensamiento y la reflexión, aunque sí, también es un filósofo que no todo público puede entender a menos que se tenga cierta preparación filosófica y literaria muy amplia. La cultura alemana de los días modernos y contemporáneos está explicada y desmenuzada de modo magistral por este autor y no sólo lo alemán, sino que aplicando todos estos conocimientos y observaciones el lector puede ver que la vida misma y el pensamiento humano están en cada una de las palabras del gran sabio llamado Schopenhauer.

Aquí, en este título podemos reflexionar sobre el ser humano y su posición en el universo, su forma, su materia y su pensamiento ¿en dónde está realmente si este ser es puro pensamiento, y desde el punto de vista de otro ser humano que sólo vea lo físico cómo es el otro y desde el pensamiento de cada uno cómo es la percepción de cada uno de ellos con respecto a su propio ser? Las eternas preguntas de ¿de dónde soy, hacia dónde voy? Son respondidas por Schopenhauer de un modo muy sencillo y reflexivo.

La forma como representación solamente actúa en el conocimiento para que esta sea voluntad y esto mismo nos lleva de nueva cuenta a la representación según ese conocimiento adquirido por la voluntad reconocida y así, casi de forma infinita aunque con la constante de poner los pies en la tierra y primeramente reconocernos como seres únicos y como observadores que desde nuestro universo vamos creando el mundo a nuestra imagen y semejanza.

Es un libro fascinante y apasionante, un texto que nos da los puntos de apoyo para pensamientos existenciales y que nos lleva a responder tantas preguntas que nos hacemos cuando no reconocemos nuestro propio universo de representaciones. Eso sí, la complejidad de razonamientos puede resultar, para algunos, algo muy repelente, pero precisamente el mismo Schopenhauer siempre nos advierte que la lectura de sus libros no es para todos y que sólo aquéllas almas puras, libres y hambrientas de conocimiento pueden lograr comprender, ligeramente, sus ideas.

El Mundo como voluntad y representación por Arthur Schopenhauer, con introducciñon de Friedrich Saber, editorial Porrúa, México, 1992.


Una obra definitiva y obligatoria para quienes adoren el pensamiento y el reciocionio.

No es para todos, no es para los que no estén acostumbrados o familiarizados con la filosofía. Pero sí es algo que al menos una vez en la vida debe ser leído.

Vitaminas para el cerebro, proteínas para el pensamiento. Magistral.

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