MIS TARDES CON MARGUERITTE (LA TÊTE EN FRICHE)

Hay películas cortas, breves y bonitas que sin pretensión alguna pueden llegar al corazón o la conciencia, y hay muchas que por su sencillez son mejor aceptadas y asimiladas, este es el caso de la película Mis tardes con Margueritte, es una película de una sencillez pasmosa y sin embargo llega, se queda y dice más que mil escenas y cientos o millones de dólares en producción y efectos visuales y de sonido o con decenas de actores archiconocidos..no, a veces contar una historia no requiere más que un par de actores y todo un escenario lleno de poesía.

Germain un hombre simple, ignorante y considerado tonto un buen día encuentra a una mujer que da de comer a las palomas en un jardín, ella es Margueritte, una mujer muy mayor de edad sencilla y sin pretensiones pero que posee el don de apreciar y atesorar la literatura. Ambos, en sus encuentros, van dándose cuenta de lo importantes que serán uno y otro en sus respectivas vidas. Así, a partir de ese encuentro Germain va cambiando su modo de ver la vida, va revisando cómo ha sido toda su vida y todo lo que ha aprendido a partir de ese afortunado encuentro con la sabia y dulce Margueritte.

La historia se puede contar en unos segundos, así de simple es, pero el director logra dar un aspecto poético, amable y maravilloso. No posee escenas tiernas, ni los trucos rebuscados de muchas películas que pretenden ser tiernas, no, en sí la película es de una producción y elementos tan pobres que lo único que se tiene para lograr la poesía es: La actuación y la historia, y nada más, Y sí, lo logra y con creces, tanto así que siendo una película de baja producción puede hacer que uno piense que la vida sencilla y las pocas pretensiones tal vez sean realmente lo que puede hacer que la gente aprecie y ame cualquier actividad sea artística o no.

Mis tardes con Margueritte, título original (La tête en friche), actuaciones espectaculares y magistrales de Gerard Depardieu y Gisele Casadeus; dirección: Jean Becker además es el guionista. País : Francia; año 2010.

Una peliculita que apenas dura 82 minutos, pero que se quedará en la cabeza un tanto más, simple, bella y poética, una delicia de película que no se pueden perder y una propuesta más de lo que puede lograrse con simple imaginación y humanismo…la vuelta del ser humano ante tanta máquina y truco…a veces sólo basta una historia y un poco de poesía para lograr llegar a los corazones de los humanos.

Recomendable para todos los públicos, para todos absolutamente.