Es muy extraño ver películas que no se tiene idea de qué
tratan, o que se tiene una idea vaga sobre el tema, y es mucho más extraño
cuando se ve una película de un país del cual no se ha visto prácticamente
nada; pero por ambas cosas ver este tipo de películas es fascinante.
En el caso de 1920, la Batalla de Varsovia, película de
Polonia, se tiene una sensación extraña, sí es una buena película que nos
mantendrá pegados a la pantalla, es una buena historia, tiene buena producción
y lo curioso del asunto es que parece que estamos viendo; o una serie de
televisión de EU o una de esas grandes producciones de telenovela
latinoamericana (claro, con buena producción y dirección). No, no es de esas
películas europeas que tienen esa cierta pretensión o presunción intelectual,
al contrario es una historia total y absolutamente convencional y sí, muy
comercial; pero precisamente ese es el encanto; es como experimentar así: ¿qué
sucedería si un director de cine experimental de repente le dieran medios
económicos, una historia convencional y comercial y todo lo que él desee
expresar? Bien, pues así es esto, así es este experimento cinematográfico que
no, no es un intento fallido sino un acierto un tanto desconcertante y
sorpresivo. La verdad, es una película muy, muy entretenida, y no, no es para
nada mala.
¿Qué es, de que se trata? Es una historia de amor en medio
de la invasión rusa a Polonia, es una historia de cómo surgió, se desarrolló y
se luchó contra los soviéticos en esos años; 1920 y en medio una historia de
amor y supervivencia. Suena extraño, sí, de hecho lo es y por eso mismo
interesante. Dos personajes, un oficial de la caballería polaca y una bailarina
y cantante de cabaret están enamorados, se casan y él debe partir a la guerra,
a la defensa de Polonia contra los soviéticos que los quieren invadir; ella
espera, él por razones diversas se pierde, ella se entristece pero tiene
esperanza, él se salva y tiene esperanza, en medio de todo eso Polonia tiene
esperanza, y en medio de esas dos historias el director nos tiene con la
atención totalmente puesta en qué pasará. Y como es normal en este tipo de
películas europeas, el director juega con nosotros y nos mete en una y otra
situación inesperada y en una y otra acción que nos hace meditar. Eso sí, hay
que saber un poco sobre símbolos y costumbres polacas por que la película está
llena de simbología de ese país…hay escenas memorables y heroicas, claro si se
es polaco se sabrá por qué, pero no estamos excluidos de esos sentimientos, el
heroísmo siempre es entendible en cualquier idioma.
Sí, una superproducción, de hecho fue hecha en formato de
3D, la primera producción de este tipo en Polonia. Dirigida por Jerzy Hoffman;
actuada por Borys Szyc y Natasza Urbanska, escrita por Jerzy Hoffman, una
película de Polonia, año 2011.
Si buscan cine raro, pero entretenido, si buscan una
historia para estar entretenidos pero de manera que no se sientan que les han
visto la cara de tontos, esta es la película que deben ver…Sí, extraña, de
hecho lo es; pero no de esas rarezas intelectuales para comentar con personajes
presuntuosos, no, simplemente una película para disfrutar, eso es todo; para
disfrutar simplemente.
Cine para todos, cine para todo mundo.
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