jueves, 9 de septiembre de 2010

Secretaria (Secretary)



Las películas románticas actuales suelen ser muy cursis y tontas, todas presentan historias inverosímiles y fácilmente predecibles, ya casi nadie cree en esas películas, sólo los seguidores de Julia Roberts, y quizás los que suelen ver telenovelas, paro nada más.

Afortunadamente algunos cineastas han logrado deshacerse de ese prejuicio de que el romanticismo es cursilería fácil y escenas predecibles y de fácil digestión por parte de los espectadores. El caso de este film, Secretary, es un ejemplo de lo que es y debe ser una película romántica contemporánea y realista.

La historia es sencilla; una joven mujer es aceptada en un trabajo de secretaria para un importante hombre de leyes, un abogado joven aún, guapo y exitoso. Ella es una mujer simple, sin mucho atractivo aparente y con una vida bastante sencilla pero posee un talento natural para recibir y obedecer órdenes, así sean las más absurdas. La relación entre ambos va cambiando de jefe y empleada al de amantes, pero con el toque extra del sadomasoquismo. Ella es la imagen misma de la sumisión y él la del sádico y dominador. La relación se torna cada día más y más pasional y apasionada, ella cambia, él también y a pesar del espectador ambos nos muestran el más grande y profundo amor nada cursi, que se pueden demostrar un hombre y una mujer cuando han decidido que son el uno para el otro.

Sí, no es una película que pueda ser considerada convencional, con respecto a cuestiones amorosas, y de hecho está a un paso de ser machista, pero curiosamente no lo es, porque la tesis del director no es tal sino la del amor a pesar de todo.

Podría ser una película porno, pero no lo es, podría ser experimental, pero no por que no experimenta con nada y es concreta y sin mensaje o reflexión de por medio.

Actúan James Spader, Maggie Gyllenhaal, Jeremy Davies, entre otros, la dirección va de parte de Stephen Shainberg basado en la historia de Mary Gaitskill y adaptada al cine por el mismo director. Lugar de origen; Estados Unidos, año 2002.


Altamente recomendable, no apta para corazoncitos endebles, y tampoco apta para buscadores de pornografía barata, es una película bella y cruel, hermosa y cruda. Es una opción para quienes se pregunten ¿qué es amar?

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