domingo, 14 de noviembre de 2010
Los frustrados
Claire Bretecher, la autora francesa de cómic reflexivo y pesimista es una gran observadora de su propia sociedad, el Paris contemporáneo.
Los personajes de Bretecher son personas comunes, con todas sus fealdades y su poco glamorosa existencia, son neuróticos, indecentes, groseros, pretenciosos, insoportables, deprimentes, patéticos, en fin, son personas comunes.
Las historias son pequeñas reflexiones sobre distintos temas que no aportan nada, sobre situaciones que realmente no nos importan a nosotros como lectores, sobre criticas a cosas que sólo a los personajes les interesan y sin embargo son tan absorbentes y tan ingeniosas. El humor es negro, es pesimista y neurótico, no hay ningún momento de humor optimista, no hay carcajada simple por que Bretecher no es tan común a pesar de presentarnos personajes comunes, es una gran observadora y una gran artista que desmenuza las situaciones más imprevistas y las soluciona con un humor poco común.
El trazo de los personajes es cruel y expresivo, siempre se les nota un desencanto por la vida y un deseo de comodidad ramplona. No hay escenario, pero podemos imaginarnos dónde se encuentran por algunos pequeños detalles que la autora nos ofrece. Eso sí, hay que leer también los textos en una tipografía rápida y poco cuidadosa que le agrega a las historias una sensación aún más angustiante y neurótica.
Los frustrados, título original Les frustrés, autora Claire Bretcher, es una colección de 8 libros llenos de pesimismo y desencanto por la vida, es un libro de humor negro, de humor intelectual y humor ácido. Edición de France Loisir, Paris, aunque existen las versiones de editorial Norma de España y Promexa de México. Año 1977 a 80.
Historieta para adultos con pensamientos maduros o al menos no tan optimistas o infantiles. No es una colección de cómic bonita, no, de hecho son historias feas de gente fea. No esperen obtener una lección de vida o algo ejemplar, son cómics que nos ofrecen la realidad de la manera más cruda y humorísticamente patética.
Para quien adore el buen humor.
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