sábado, 4 de diciembre de 2010
La Piel
Este libro me dio alas y ánimo para el pesimismo (aunque resulte contradictorio, lo sé), hizo que pensara en las distintas posibilidades de demostrar la fealdad y maldad del ser humano y me hizo abrir los ojos ante esas cosas que llaman buenos deseos y espíritu altruista.
Por supuesto, no se trata de un libro de filosofía barata, y tampoco es la filosofía más cara, no es una historia de vidas ejemplares, al contrario ejemplifica lo peor que posee el ser humano cuando quiere demostrar su falsa alegría y su falso espíritu de compasión. Es un libro realista, con lo más crudo y cruel que ello pueda significar.
Curzio Malaparte fue un corresponsal de guerra italiano, realizó las mejores descripciones de lo que sucedió durante la Segunda guerra mundial en esa destrozada y dividida Europa de mediados del S XX. Con una capacidad descriptiva inigualable, Malaparte nos cuenta la vida de los soldados, de los civiles, de la gente rica, de los diplomáticos y de la miseria humana en la que puede caer todo hombre y mujer cuando ve que los valores que le inculcaron son todo falsedad. La guerra es una forma de ver lo miserables y horribles que somos los seres humanos.
El libro es un paseo por el gran museo de los horrores de la guerra, del sentimiento de un pueblo, Italia, al saber que ha sido derrotado e invadido. Es una descripción minuciosa de las reacciones de la gente ante los “americanos” que decían haber salvado al mundo de las garras de los enemigos malignos. Es una serie de historias de supervivencia en un mundo destrozado y pleno de incertidumbre. Es una colección de personajes que demuestran su maldad y su inconciencia en un país que recordaría a muchos los paisajes apocalípticos descritos en libros religiosos. Es una obra de tristeza y miseria, de fealdad y decadencia, real y sincera decadencia. Realista hasta decir basta, deprimente para quienes posean un nivel superior de sensibilidad y un libro que no ofrece ninguna respuesta positiva y ningún mensaje de aliento o superación a quien lo lea. Magnífico. Un libro de guerra, sobre la guerra y sus consecuencias, un libro que habla de los vencidos, de los invadidos, de los que se humillan ante el invasor, que vende su alma al poder que lo oprime, un libro que no habla de libertad ni de ideales, sino de la realidad de haber perdido esos valores.
Eso sí, no es un libro para todos por que una obra así sólo puede ser leída por gente que guste de ver más allá de su mundillo superficial. Si han leído a Giovanni Papini, a Nietzche, Schopenhauer o quizás en menor medida o grado a Sartre este libro lo disfrutarán mucho, seguramente.
La piel, título original : La Pelle, por Curzio Malaparte, editorial Edesa, México, 1967, aunque hay ediciones nuevas en otras editoriales, por supuesto. Pero el título siempre será: La Piel.
Un libro obligado, un libro fundamental. Una bella obra de arte.
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